Por un futuro digital sostenible – Revista Feceminte 161

Un año más colaboramos en el número 161 de la Revista Telecomunicaciones de Feceminte junto con otros profesionales del sector y otros ámbitos, que nos aportan sus opiniones y reflexiones a través de sus artículos.

Nunca ha existido tanta necesidad de proteger el planeta, preocupándonos por soluciones que ayuden a evitar el cambio climático, como ahora. La mayor parte de las empresas tecnológicas de nuestro sector tienen una estrategia de sostenibilidad que incluye un claro compromiso con el medio ambiente, pensando en la sociedad y en el planeta y, sobre todo, orientando el negocio para que este sea parte de la solución.

A través de nuestras capacidades de conectividad y digitalización podemos ayudar a afrontar este gran reto.

La conectividad es el primer requisito para acceder al mundo digital y está presente en la mayoría de las soluciones digitales más avanzadas, es por ello, que las redes de telecomunicaciones constituyen la primera y más poderosa plataforma para la transición verde.

El consumo energético de las redes es uno de los principales indicadores que permite seguir a los operadores de telecomunicaciones la evolución de su huella medioambiental. En todo el mundo, las empresas del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) generan directamente cada año alrededor del 2% de la producción mundial de gases de efecto invernadero (GEI), en gran parte a partir de la energía necesaria para el funcionamiento de sus centros de datos, redes de telecomunicaciones y similares. Afortunadamente esta situación ha ido cambiando y la gran mayoría de las empresas telco han puesto en marcha estrategias significativas y viables para reducir su impacto ambiental y en consecuencia ahorrar costes.

En España tenemos la ventaja de tener una cobertura de fibra que alcanza ya casi a la mayoría de la población, siendo la fibra óptica la que menos energía consume de todas las tecnologías – un 85% más eficiente que el cobre – y lo que es más importante, el consumo de energía no aumenta a medida que crece el ancho de banda como sucede en otras tecnologías de acceso.

Los principales operadores de telecomunicaciones en España incluyen la eficiencia energética como parte de su estrategia y compromiso medioambiental, llevando a cabo diferentes iniciativas como pueden ser los acuerdos de compartición de infraestructuras con terceros que evitan duplicidades en las redes, planes de obsolescencia y reparación, el más significativo es el apagado de la red de cobre por parte de Telefónica, renovación de equipos de climatización o la implantación de funcionalidades de ahorro de energía (Power Saving Features – PSF)

Hay otro indicador que es intrínseco al negocio de los operadores y es la proporción de equipos electrónicos reutilizados o reciclados. Este dato entronca con los objetivos que se marcan en cuanto a la economía circular o residuo cero (el mantenimiento de la infraestructura de red es la principal actividad generadora de residuos en las grandes operadoras de telecomunicaciones), ya que nace como parte de la solución del problema de la sobreexplotación de recursos en el planeta.

Además de optimizar el consumo de recursos, se promueve el ecodiseño, la reutilización y el reciclaje de los equipos con el objetivo de reacondicionar y reutilizar el mayor porcentaje posible de los equipos fijos (routers y decodificadores) recogidos de clientes.  Esta reutilización no solo del equipamiento en casa del cliente si no también de los equipos de red es también una oportunidad para los operadores porque además de generarles ahorros puede suponer un ingreso adicional.

El sector de las telecomunicaciones tiene un importante papel que desempeñar en la reducción de las emisiones de carbono y la consecución de los objetivos de sostenibilidad. Nuestra principal ventaja es que la fibra óptica es una de las tecnologías de banda ancha más sostenibles que existen en la actualidad ya que no sólo consume menos energía, sino que tiene una vida útil más larga que otras tecnologías, reduciendo la cantidad de residuos generados.

La construcción de un futuro sostenible se basa en parte en la fibra óptica, garantizando que cada conexión que hagamos sea no sólo rápida y fiable, sino también responsable con el medio ambiente.

Puedes leer el resto de artículos de la revista, la entrevista a Pilar Conesa, comisaria del SCEWC, y a Sergi Marcén, secretario de Telecomunicaciones y Transformación digital de la Generalitat de Cataluña aquí.

¡Feliz lectura!


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